miércoles, 9 de abril de 2008

Libertad y politica

La democracia es una expresión política de la sociedad cuya finalidad es establecer mecanismos que eviten la concentración de poder, cooperar a una participación horizontal y vertical, generar representación y espacios de dialogo donde la libertad del individuo se pueda manifestar ampliamente. Adicionalmente, la democracia como instrumento político orientado a la busqueda del bien común general debe ser capaz de plantear instrumentos idoneos para resolución del conflicto. Con certeza se podrían agregar muchas caracteristicas adicionales, pero todas ellas se orientan y proyectan a dotar de mejores condiciones para el desarrollo de la sociedad y de cada uno de los individuos.

La naturaleza política de la democracia, especialmente en el siglo XXI, no esta asociada a la generación de un modelo de sociedad rigido o excluyente, sino que al reconocimiento de la sociedad como contexto en que el hombre se desarrolla en pleno ejercicio de su libertad. Si bien en el siglo XX las confrontaciones se planteaban en torno a cual ideología era capaz de usar de mejor forma el Estado y sus recursos para definir el modelo de sociedad que se quería imponer, en el siglo XXI resulta imposible la construcción de cualquier tipo de sociedad sin consultar o considerar la opinión de los componentes de esta sociedad.

En esta perspectiva, nos parece complejo el fallo de Tribunal Constitucional. Primero que nada porque ha sido presentado por representantes políticos, segundo porque se plantea como formula para definir un tipo de sociedad de quienes comparten una vision teologica acerca del hombre. En los hechos ello implica una implementación forzosa para todos aquellos que no estén de acuerdo en ello. Pero, sobre todo, resulta ser una muestra de una alta desconfianza en la forma en que su libertad los individuos. Al efecto, el uso o no de la píldora debiera estar en la natural conclusión que cada miembro de la sociedad realice en pleno ejercicio de su libertad individual.

El fallo, por otra parte, deja en evidencia la falta de una educación para la libertad. La libertad no se traduce solamente en un comportamiento de naturaleza animal sino que se complementa en las cualidades humanas que llevan un porcentaje importante de consideraciones de distinta naturaleza pero que siempre tendrá como limite a la sociedad y su bienestar. Ello significa que cada creencia religiosa y filosofica debe educar a sus seguidores respecto a la forma en que concibe la libertad, la felicidad y una serie de otros aspectos que son de especial relevancia para los seres humanos. En este contexto, si se prefiere que las conductas asociadas al ejercicio de la libertad deban ser definidas e impuestas mediante normas legales, se esta entregando una potestad al Estado que, en el siglo XXI, no esta en condiciones de cumplir y exigir a sus ciudadanos. necesario para que una exigencia legal para que un católico, un protestante o un evangelico cumplan con sus deberes y compromisos eclesiales y doctrinarios que voluntariamente han asumido? Por que razón debe ser el Estado el que obligue a un determinado comportamiento cuando las propias iglesias no ensenan a usar la libertad a sus seguidores?

Por que el Estado no hace un llamado a todas las instituciones religiosas y filosoficas para que ensenen a sus seguidores y simpatizantes a a usar su libertad conforme sus creencias y el entorno social y cultural en que se encuentran?

Es necesario asumir y aceptar que la democracia, el Estado, la política e incluso las religiones, deben enfrentar un ambiente de cambios y transformaciones en el siglo XXI, en lo cual es necesario educar a la sociedad. Es cierto que el Estado sigue siendo un actor primordial pero ya no es el único; la sociedad y cada individuo tienen un espacio que es necesario respetar y proteger.

Lo juridico y su expresión en normas es un complemento fundamental en la política, pero no es el unico. Cuando se intenta plantear que lo jurídico es sinónimo de lo político, no solo es una visión reduccionista muy propia de los siglos anteriores, sino que se desconoce la mas elemental cuestión que da paso a parte importante de la evolucion del hombre y la sociedad, como es el equilibrio que debe existir entre hombre – naturaleza y creencias religiosas.

Si la separación entre razón y fe o entre iglesia y estado en el siglo XVI definió la forma de construccion social a partir del ser humano racional y en su integridad, el proceso de globalización con el cuestionamiento al Estado en su calidad de único instrumento de dominación social, vuelve a plantear la búsqueda de nuevas formulas para que el hombre defina las caracteristicas de su orden social. Ello implica la plena vigencia de lo político en la sociedad, donde ni iglesias, ni corrientes filsoficas ni ideologías pueden atribuirse una interpretación restringida de la libertad.

Por lo demás, no se requiere ser progresista para defender la libertad. El sentido de lo político subyace en el simple hecho de la existencia de la sociedad.

En otro tema, pero siempre en la relevancia de lo político, baste un comentario respecto a la acusación contra Yasna Provoste. La acusacion hecha en un poder del Estado como es el legislativo, debe basarse en criterios y argumentos políticos, donde el mas recurrido cuando se trata de este tipo de acusaciones es la “responsabilidad política”. Para ello no se requiere definir un delito ni argumentar juridicamente, sino que establecer a ciencia cierta que el ejercicio de un cargo político conlleva una evidente preocupacion por velar el buen funcionamiento de los organismos dependientes a favor de la sociedad o sectores de esta cuando se trata de temas especificos. Ello no implica, en ningun caso, asumir que la falta de responsabilidad política es sinónimo de corrupción, pues ambos se refieren a estadios distintos y que eventualmente pueden estar vinculados.

En definitiva, Chile parece estar decidido volver al pasado y negarse a construir el futuro. No se podria concluir otra cosa cuando vemos que la Iglesia asume un protagonico rol político en virtud del vacio que dejan las propias instituciones democraticas, o cuando lo jurídico se transforma en el centro de lo político intentando definir el tipo de sociedad, o cuando se plantea que el eje de la justicia social se basa en la modernización del estado. En cada uno de estos casos, lo que estamos viendo es un retroceso producto de nuestra propia ignorancia respecto a como se debe avanzar en la protección de la libertad, en la generación de una sociedad inclusiva y en construcción de un estado orientado a los individuos. La sapiencia de nuestros politicos es fundamental para no caer en un conflicto que ya debiera estar superado en nuestra sociedad, como lo muestran los estudios sobre poder, desarrollo humano y varios otros que permiten explicar porque la gente se aleja de la política tal como se expresa hoy en dia.

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