lunes, 4 de octubre de 2010

Brasil: Panorama en segunda vuelta

Las elecciones brasileras se han desarrollado en un esquema desconocido para Brasil. Por una parte no hubo confrontación ideológica, al menos en la campaña presidencial, y bajo una dificultad evidente para diferenciarse entre los principales candidatos. Pocas veces se asiste en Brasil a la no existencia de grandes diferencias en el modelo de sociedad a elegir por los ciudadanos. La decisión de Lula de designar a su sucesora, pasando por sobre los partidos y comprometiendo su capital político en un escenario de fragmentación política e ideológica al interior del PT y otros partidos dan cuenta de una plataforma sólida que obliga a los candidatos a definirse en favor o en contra de la continuidad.

En este escenario, la ventaja evidente era y es de Rousseff en la medida que el apoyo abierto y declarado de Lula define una proyección política del modelo político, económico y social de Lula. Sin embargo, la fragmentación política y la distancia creciente entre Lula y y los partidos y entre éstos y la ciudadanía generan un espacio de aceptación del modelo pero también de crítica que finalmente se transforma en parte importante en un Voto Protesta que capitaliza Marina Silva.La muestra mas evidente es la inexistencia de programas de gobierno formales y conocidos por todos. Las propuestas se han expresado a través de ideas fuerza mas que en contenidos programáticos e ideológicos.

En la práctica Lula obtiene un respaldo a su estrategia suprapartidaria de colocar a su delfin con la mejor opción de gobierno. Serra, no logró para esta primera vuelta contener la fuerza del apoyo que Lula logra traspasar a Dilma, pero debe asumir que este estilo de conducción que le da un alto grado de maniobra política ha tenido costos que aun no resultan visibles.

En concreto, Lula obtienen una victoria estratégica al posicionar a Rousseff, pero asume que es un triunfo relativo al no lograr el triunfo electoral en primera vuelta aún cuando asegura la mejor opción para la segunda.

Lula logró no solamente generar una plataforma de proyección de Brasil para que sea considerada potencia, sino que obtuvo un rapido ascenso combinando un sentido de potencia mundial y regional junto con una estabilidad economica y social reconocida en Brasil. Los indicadores de Brasil le pemriten ser considerada como potencia emergente no solo por razones políticas sino que por su desarrollo económico. Quizas el aspecto principal de su politica exterior sea su partipación en el grupo denominado BRIC (Brasil, China, India y Rusia), quienes asumen un protagonismo que define un contrapeso frente a las decisiones de EEUU y la UE.


Si bien Rousseff es la continuidad la impronta y estilo que le imprima Rousseff a un escenario de negociación aun es desconocido mas alla de todo el apoyo y asesoria de la estruactura buricratica del Estado Brasileño. Serra, por su parte aparece mas conservador y en terminos de negociación sería mas prudente y conservador, por ejemplo, en el apoyo a Iran y al grado de incursión en temas globales de las potencias mas importantes.

Rousseff tendrá que demostrar que puede gobernar sin Lula y que tiene el sentido estrategico para mantener la imagen de un Brasil que se acerca al Consejo de seguridad de la ONU. La personalidad de Rousseff es tal vez la mayopr incertidumbre, pues el hecho de pasar de un rol relevante en la alta esytrauctura estatal a ser presidmnete y definir acciones y critersios en distintas áreas constituye tal vez el elemento que marca un punto de debilidad relativa frente a un Serra con una dilatada expriencia política en lo nacional e imnternacional.

Brasil quiere ser potencia de primer nivel al 2050. Este hecho es compartido por ambos candidatos. El tema entonces será el estilo, la voluntad y el sentido estratégico de oportunidad.

En el caso de Rousseff la pregunta es si puede gobernar sin Lula. Y la segunda qué rol jugará Lula una vez que abandone el poder. Cualquiera sea su decisión, Lula será un referente permanente en temas estratégicos para brasil y para el próximo gobernante. No hay duda que le es más comodo y funcional el triunfo de Rousseff, en la medida que quedará con la posibilidad cierta de ser candidato nuevamnete en 4 años.

A la región le sirve un Brasil estable y consolidado, pues asegura una percepción de liderazgo que la región no tiene mas opción que apoyar o respaldar. Los triunfos de Brasil indudablemente son considerados de américa del sur, aun cuando Brasil muchas veces asuma cierta displicencia en su relación con algunos paises, ya sea por el interés mostrado o los delegados que envía a reuniones que el resto de la región considera de muy alto nivel.

Los vinculos de Serra son mas sensibles con la región. Rousseff asegura una mirada mas instrumental de la región y de plena vigencia de los intereses defindos por Lula.

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